Celebramos estos días el 75 aniversario de la muerte de John Maynard Keynes, un hombre digno de la luz del renacimiento cuya obra, creada a lo largo de unas décadas en que Europa se precipitaba en el pozo más oscuro de su historia, ofreció a esta y al mundo un faro de esperanza.


Algunos años después de su decisiva participación en la estabilización del sistema de pagos entre los aliados en la Primera Guerra Mundial, en 1916, Maynard Keynes recordaría la cobardía y mediocridad de los banqueros ingleses de aquellos años, contrastándola con el aplomo y dedicación de los funcionarios del Exchequer y del Banco de Inglaterra. Su elocuente y apasionada condena de la mendacidad del Tratado de Versalles, en The Economic Consequences of the Peace, es bien conocida. Su General Theory sigue siendo relevante hoy.


Lord Keynes contribuyó como pocos han contribuido a la Buena Sociedad a que aspiramos. Un tratamiento más amplio del tema, aquí.

José Antonio Herce