Si se confirma el popular “un día menos”, algún día dejaremos atrás la pandemia. Ojalá sea pronto. Nadie en su sano juicio pensará que, al día siguiente, como tirando de un hilo, todo el entramado productivo, logístico y laboral se va a alzar, alguien va a sonar la campana y la maquinaria económica va a empezar a rugir.

Pero apuesto a que muchas personas (incluso informadas) creen que todo esto es transitorio de toda transitoriedad. Así, de hecho, se puede deducir de la literalidad (días o semanas) de muchas de las normas de confinamiento previstas hasta ahora, algunas ya prorrogadas.

Sin embargo, bastantes agentes económicos decisivos creen, con razón EMMO, que tardaremos (muchos) meses en volver a (autorizar) que se llenen los bares, los estadios o el metro.

¿Hay alguien preparando el post-bend-the-curve? Yo no los veo, llamemos a la UME que, nos consta manifiestamente, saben hacer planes de contingencia.

José Antonio Herce