Si, un decir, en Zaragoza, a causa del confinamiento y la falta de liquidez, cierra una pequeña tienda de barrio, es un drama. Si en un pueblo de menos de cien habitantes cierra la única tienda de comestibles que existe, debe de ser como si el virus hubiese ganado la partida.
Hay héroes del servicio a domicilio como los de “La Exclusiva” (Soria, www.laexclusiva.org), que abastece de alimentos y artículos de primera necesidad, haciendo un uso inteligente y social de la movilidad, a cientos de familias cada día en la despoblada Soria.
Pero no sabemos (muestra más del abandono) cuántos pequeños establecimientos o trabajadores autónomos hay ahora mismo en riesgo de desaparición por falta de liquidez en los 1.300 municipios españoles de menos de 100 habitantes. ¿Y si se crease un “Fondo de Liquidez Rural” con los remanentes de las Diputaciones y Ayuntamientos y aportaciones de empresas? Trabajemos los detalles.
Una buena idea, que no se si sería fácil de implementar. Las diputaciones son muy celosas de su parcela. Pero algo habrá que hacer para evitar este tipo de situaciones.
Gracias Miguel. La situación es tan extraordinaria que deberíamos hacer un enorme esfuerzo institucional para poner soluciones. Las Diputaciones también tendrán que cambiar, o «las cambiarán». Y, entre lo que cabe hacer, esto es de los más sencillo. Saludos. JAH