En este simple ejercicio, gracias al amplio abecedario ilustrativo desplegado, se muestra algo en lo que igualmente se ha reparado poco. Me refiero al impacto sobre el bienestar, transitorio o permanente, que pueda tener una perturbación tan descomunal como la causada por la covid-19.

En la Salida en “V”, la pérdida de bienestar (PIB, en realidad) se reduce al triángulo A-B-D en el gráfico del 150P anterior… y ya está. Eso sí, para siempre.

En la Salida en “Z” bien pudiera darse que no hay pérdida de bienestar o que, incluso, hubiese una pequeña ganancia (o lo contrario). Las “Z” son raras en materia de crecimiento, aunque muy frecuentes en los mercados de divisas, las bolsas de valores y similares.

En la Salida en “L” hay una pérdida de bienestar permanente y creciente (siempre respecto a la tendencia, claro), a pesar de que el PIB ya crece a su tasa potencial. En la Salida “ES” (línea B-I en el gráfico, esta es nueva… el temible Estancamiento Secular) la pérdida de bienestar es permanente y creciente.

Esto del crecimiento tiene sus sutilezas. Muchos me repicarán diciendo que nunca se sabe, y que, a lo mejor la “L” y el “ES” nos hacen más felices. Pues a lo mejor tienen razón. Pero hablemos con propiedad, ¿no les parece?

José Antonio Herce