El cisne blanco es la especie más conocida del género Cygnus. El que todo el mundo visualiza cuando se habla de cisnes, el más común y popular.
El cisne negro, por el contrario, siendo ya muy conocido, se asocia a eventos extremadamente raros, a tormentas perfectas. El primero es lo normal y deseable, el segundo lo extraordinario y temible.
Pues bien, pasando a la economía española, resulta, por ejemplo, que el pleno empleo, que estaría representado por el cisne blanco (lo normal y deseable) no lo hemos visto en España desde hace décadas.
Incluso aceptando el 8% como tasa de paro de “pleno empleo” (que ya es aceptar), tendríamos que decir que no habíamos visto nada por debajo de esa tasa desde el primer trimestre de 1979, con la única excepción de un efímero 7,93% en el segundo trimestre de 2007. Ese cisne blanco es muy esquivo, la verdad.