La subasta múltiple, al mejor postor, de las sucesivas prórrogas del Estado de Alarma refleja a las mil maravillas (“de modo exquisito y primoroso”, define la RAE) el estado de las fuerzas y compromisos políticos en España.

Si con las cosas de comer no se debería jugar, con las de salud menos aún. Las cosas “de comer” son, por ejemplo, el cobro de los ERTE o los préstamos ICO, los presupuestos, la política industrial, las pensiones o la regulación del mercado de trabajo. Las “de salud”, hoy, son la pandemia y los enormes riesgos del desconfinamiento.

Pues bien, la antedicha subasta muestra a las claras cómo se ha jugado con ambas cosas por parte de las fuerzas políticas que, al parecer, nos representan. Eso es lo malo, que nos representan. Vale, pero ¿qué tiene todo esto que ver con el liberalismo español? Nada, absolutamente nada. El liberalismo español no existe.

José Antonio Herce