Este título evoca una de las más logradas comedias de Jardiel, “Cuatro corazones con freno y marcha atrás”. Los protagonistas de la obra ingieren el elixir de la eterna juventud y al punto dejan de cumplir años y rejuvenecen… Y ahí empiezan los problemas.

Ninguna imagen más oportuna, cuando la humanidad sueña con alcanzar la escape velocity de la muerte en las próximas décadas. Si eso se lograse (y cabe dudarlo), el Pacto de Toledo, recién reflotado de su propio hundimiento cuando se acabó bruscamente la anterior legislatura, tendría un problema irresoluble. Ya lo tiene sin necesidad de que nadie se tome elixires de la eterna juventud, aunque el freno no esté echado ni se haya iniciado la marcha atrás.

Basta con las casi cuatro horas que añadimos a la Esperanza de Vida cada día (en media ponderada por edades). Mientras eso suceda el Pacto de Toledo tendrá muchos problemas.

José Antonio Herce