Filomena es lo que faltaba para exponer la fenomenal carencia de ideas de la sociedad española (instituciones e individuos confondus) que ya venía manifestándose desde hace tiempo en los más importantes ámbitos de acción.

Las rentas sociales de situación que se crearon con la transición hacia la democracia (hay desmemoriados que lo niegan, no obstante) se han ido agotando progresivamente, a medida que el relevo generacional ha descuidado los ritos de paso que transfieren el legado de las diferentes generaciones.

La sociedad española es tan gris que los héroes y heroínas anónimos que nunca faltan destacan con enormidad en el imaginario colectivo y en los titulares de los medios y las redes sociales. Ese es, al menos, nuestro consuelo. Pero nos engañamos. A estas alturas no hemos sabido atajar los contagios de la Covid-19. O paliar sus daños económicos mediante esquemas de mutualización gestionados en tiempo real. No tenemos ideas.

José Antonio Herce