Es inimaginable el daño que puede causar una epidemia si se descontrola el brote del “coronavirus de Wuhan”.

Ya van más de 100 muertes y 4.500 casos confirmados (28 de enero). Las autoridades chinas parecen haber reaccionado con rapidez y energía y han tardado poco en declarar la situación.

Los investigadores de la OMS están ya secuenciando genomas de coronavirus y en busca de remedios que no sean las cuarentenas y la restricción de movimientos.

Cuando la OMS tuvo conocimiento del SARS, en febrero de 2003, tres meses después del primer caso, ya se habían producido cinco muertes y 305 casos confirmados.

Un mes más tarde, la OMS declaraba el SARS una “amenaza sanitaria global”.

En abril, sus investigadores ya sabían qué causaba la infección. A su finalización, en septiembre de 2003, se habían dado 774 muertes y 8.098 casos confirmados. La acción temprana y decidida compensa.

José Antonio Herce