El impuesto a los beneficios de las empresas es otro de los impuestos que tiene un tratamiento preferencial comparado con el impuesto a las rentas del trabajo, con tipos impositivos en aquel sustancialmente inferiores a los de este. En el caso de grandes empresas multinacionales, hay países (como Irlanda o Luxemburgo) o jurisdicciones (como Puerto Rico) que pujan a la baja para obtener ingresos que de otra forma no obtendrían. Esta es una de las formas poco ejemplares en que los países se desconciertan.

El grupo del G7 acaba de finalizar un acuerdo para empezar a poner fin a este desconcierto y en nuestra entrada de esta semana hacemos un poco de historia, destacamos el papel que juegan importantes consultores fiscales –en la industria del transfer pricing– en esta carrera hacia el fondo y ponemos de manifiesto el potencial de este acuerdo para recuperar el tiempo y los recursos perdidos. Una lectura más amplia aquí.

José Antonio Herce