A las siete llueven croquetas… digitales. Decía el más grande profesor que jamás he tenido que, en Madrid, a las siete de la tarde, llueven croquetas (en forma de conferencias y sus correspondientes cócteles).
Con el confinamiento esto ha cambiado y ahora lo que llueven son webinars. Y los que se llevan de capa al personal son aquellos dedicados a blockchain y todo tipo de soluciones digitales. Y, además, al final, también te dan una croqueta… digital.
Lideran estas clases personas increíblemente jóvenes, dinámicas y creativas. Que han puesto en marcha cientos de start-ups que aportan soluciones que, de estar ya generalizadas, habrían resuelto de un plumazo los ingentes problemas de gestión del pago de los ERTEs, los préstamos ICO y la compensación simultánea de cientos de miles de deudas entre agentes desconocidos.
No sé cuantos ingenieros informáticos habrá vinculados a la Comisión Parlamentaria de Reconstrucción. Debería haber doscientos. Mínimo.