“Googleo” a hora temprana del 21 de enero las palabras “ministro Garzón consumo” y me encuentro con que las primeras referencias son a las declaraciones del nuevo ministro de este importante ramo acerca de la fiscalía.
También, aunque no tan destacadas, aparecen referencias a las intenciones del nuevo ministro para regular la publicidad y la actividad de las casas de apuestas y para un posible impuesto a la comida basura.
Ambas propuestas deben ser bienvenidas y aplaudidas, a la espera de su desarrollo, claro. Las referencias literales a sus declaraciones pintan bien: se trata de actividades con poderosos efectos externos negativos y hay un cierto “caos” competencial y regulatorio.
Si, ahora, cabe alguna recomendación es esta: prudencia y consenso. Este tipo de regulación no es fácil, mucho menos obvia.
Hay bastante que aprender de los errores del pasado, cuando una regulación o una fiscalidad mal orientadas provocan resultados no deseados.