“Es un sinsustancia”, dicen en mi pueblo para referirse a “tipos” con poca base. Pero yo quiero hablar del sistema fiscal.
Este se compone de dos elementos fundamentales: las bases imponibles y los tipos impositivos. Así, podemos tener tipos con mucha base y tipos con poca base. Cuanto menores son las bases, mayores deben ser los tipos para que se pueda recaudar lo suficiente.
Esto suele causar bastante enfado entre los que pagan, porque pagan doble mientras los listos se escabullen. Aunque la evasión no es la única forma de reducir las bases impositivas.
También están las deducciones, reducciones o desgravaciones en la base de los impuestos. Y esto último hace que los mismos tipos rindan bastante menos. Es decir, que los “tipos efectivos” sean mucho menores que los “tipos nominales”. Por ahí se va la fuerza de los impuestos y se causan perversos círculos viciosos que refuerzan la evasión.