¿No se podría retener una pequeña parte de las rentas de quienes las tienen más aseguradas en esta dura coyuntura y constituir con ellas un “Seguro Social” que permitiese ir pagando sobre la marcha a los principales damnificados? ¿O financiarles su necesidad de circulante hasta que se restableciese su capacidad de pago y de devolución de los anticipos?

Esto no sería un impuesto, ni otro tipo de política fiscal, menos aún de política monetaria heterodoxa (helicóptero monetario) o basada en deuda. Estaría más cerca de un seguro que operase una mutualización instantánea, dinámica y con eventual rescate parcial de la “prima” una vez pasada la pandemia.

Solo hay un problema: la cadena administrativa y regulatoria existente es incapaz de implementar este tipo de esquema de la noche a la mañana. Como pasa con cualquier otra medida antes citada. Pero la blockchain y la Inteligencia Artificial pueden hacerlo. ¿A qué esperamos? (ver una perspectiva más amplia)

José Antonio Herce