Hay que parar la infección vírica al coste que sea (whatever it takes). Pero, al mismo tiempo hay que limitar la hemorragia económica y del sistema de pagos que está causando.

También la financiera, pero ahora hay que enfocarse en el “circulante”: se está secando. Lo que no es más que la imagen especular del colapso de muchos sectores productivos (que han “bajado la persiana”) y toda su cadena de suministro, por no hablar del empleo que toda ella conlleva.

Los macroeconomistas piensan en colchones fiscales (que amortigüen el golpe) y flotadores monetarios (bien inflados), o en deuda soberana o europea. Porque deuda habrá. Y otros males, que sembraremos obligados ahora y cosecharemos más tarde. Los Bancos

Centrales y gobiernos de muchos países ya están implementando esta panoplia de medidas, pero la economía global está sufriendo un gigantesco shock de oferta. ¿Serán suficientes? ¿Hay otras medidas que se puedan tomar? (ver una perspectiva más amplia)

José Antonio Herce