Todo el mundo entiende la expresión “renta básica” aunque si se le preguntase qué entiende por esto no sabría qué versión destacar porque se habla mucho de ella últimamente.
Pero la expresión “impuesto negativo”, aparte de sonar bien en sus términos, goza de bastante menos presencia en los círculos sociales. Un impuesto negativo no se explica ni en dos tardes, como para hacerlo en las ochenta palabras que me quedan.
Solo les diré, para crearles la debida expectación, que un Impuesto Negativo (IN, sobre la renta se entiende) es una Renta Básica de última generación, aunque tenga ya casi seis décadas de vida en los textos y algo menos en la práctica. Anida a muchas variantes preservando lo bueno y limitando lo malo de las ideas alrededor de las rentas básicas. No es broma. A mí, el IN es la única variante de la RB que me gusta. Seguiremos informando.
Por el momento, pueden acceder aquí a un documento más amplio, que escribí nada menos que en 1987 para Papeles de Economía Española, en el que se explican más detalladamente estos conceptos y sus implicaciones económicas, documento que también está referenciado aquí, en este blog.